El corazón cree volar

cuando tu cuerpo corre y da vueltas sin parar,

porque siente por primera vez su primer amor.

Vuestra primera caricia fue:

enlazar vuestras manos,

como si fuera un lazo que os une

mientras os miráis.

Las primera palabra  inocente fue:

un te quiero  tímido,

que os llena vuestras mente de cálidos pensamientos

que  no entendíais,

pero que os hacían sentir en otro mundo.

Vuestros pies se convertían en alas

cuando uníais vuestros labios en un beso

que os llena de pasión incontrolada,

donde solo estabaís vosotros en un cielo inmenso.

Os convertisteis en ángeles por primera vez,

y el aíre que os rodeaba se calentó,

luego vino una ráfaga de viento frío

que os despertó de vuestro sueño.

Estabais juntos como siempre.

Vuestros cuerpos se rozaban, se sentían y se adoran

como cada día desde que os conocisteis.

Os mirabais como muchas veces lo habéis hecho,

pero está vez no era igual, ella no desprendía luz en sus ojos.

Como si lo hizo, cuando ibais a tener un hijo o cuando ella encontró su primer trabajo.

Ella me miró a los ojos y, entre lágrimas, me dio una carta.

Yo perplejo la cogí.

Al leerla mi corazón palpitó a toda prisa

y mis ojos fueron incapaces de creer lo que leían,

"un mes de vida".

La miré, suspiré y la abracé con todas mis fuerzas

y le dije al oído:

\-Mi amor vuela hacia a ti aunque no estés,

porque  nuestros corazones siempre volarán juntos.

Nuestro abrazo se lleno de lágrimas saladas.

**Feliz San Valentín.**