Katherine Howe es una especialista en historia inglesa y estadounidense, cuyo interés por la brujería en Massachussets dio como resultado su primera novela, El libro de los hechizos.  

Howe, quien se crió en Houston, Texas y se graduó de la Escuela de Kinkaid y la Universidad de Columbia, empezó a escribir ficción mientras trabajaba en su tesis doctoral en Estudios de América y Nueva Inglaterra en la Universidad de Boston.  

Howe y su esposo, el historiador de desarrollo económico Louis Hyman, son los principales miembros de un grupo informal conocido como la «Springfield Street Table», un pequeño club de escritores y académicos del área de Cambridge que se reúnen para jugar al póquer. El novelista éxito de ventas Matthew Pearl también es un miembro principal de este grupo, y ha ayudado a lanzar la carrera literaria de Howe.

Howe, cuya familia se estableció en el condado de Essex, Massachusetts en la década de 1620, es descendiente de dos de las brujas acusadas de Salem: Elizabeth Howe, que fue ahorcada, y Elizabeth Proctor, que sobrevivió.

La historia me parece una tesis de su carrera sobre ese periodo concreto de la historia norteamericana sobre la quema de brujas que transcurre en 1681.  

Su sinopsis:

La protagonista es una historiadora especializada en la época colonial inglesa que esta terminando su doctorado, en la búsqueda del tema a elegir su tesis que se junta con la puesta en venta de la casa de su abuela que esconde secretos familiares, ese hecho hace que su tesis se dirija hacia la investigación de sus antepasadas que vivieron en la época de la quema de brujas.

Desde mi punto de vista está mal estructurada, pasa de una época a otra sin un nexo de unión entre el pasado y el presente. Hay muchas descripciones en el libro que no aportan a la historia.  

También carece de pasión, gancho y intriga; los personajes son muy planos y no me han transmitido nada.

Considero que puedes hacerse una novela histórica y a la vez que tenga una parte de ficción, esta novela le da más importancia a la historia americana que lo que quiere transmitir con ella. Mi valoración hacia ella es un 4 en la escala del 1 al 10, no recuerdo ningún párrafo que me haya emocionado.